1. CARACTER�STICAS SOCIOEDUCATIVAS Y CULTURALES DE AUSTRIA  AUSTRIA

 

Datos generales

Country Basic Data

Area (km2)

83 860

Population (2000)

8 080 000

Official name of the country

The Republic of Austria

Region

Western Europe

Type of economy

High income

Gross Domestic Product per capita (2000)

US$ 23,357

Percentage of population below the national poverty line

...

Human Development Index, HDI (1999)

0.921

HDI rank out of 162 countries (1999)

16

 

 

Geograf�a

 Austria tiene una superficie de 83.859 km2. Con sus 2.637 kil�metros de frontera, limita al norte con Alemania, con la Rep�blica Checa y con Eslovaquia;  al este limita con Hungr�a; al sur, con Eslovenia e Italia; al oeste, con Suiza y Liechtenstein.

Dos elementos caracterizan la geograf�a de Austria: los Alpes y el Danubio. El 63% de la superficie del pa�s es de relieve monta�oso. Sin embargo, la Baja Austria (incluyendo Viena) y el Burgenland son llanos. El Danubio recorre unos 350 km. del territorio austr�aco.

Es un Estado alpino y danubiano de Centroeuropa. Limita con Alemania y la Rep�blica Checa al N, Eslovaquia y Hungr�a al E, Italia y Eslovenia al S y el Principado de Liechtenstein y Suiza al O. La capital es Viena.

Austria es un pa�s interior monta�oso, sin acceso al mar. Los Alpes y Prealpes ocupan cerca de un 70% de su territorio. El resto est� ocupado por el macizo de Bohemia y las tierras por donde discurre el Danubio (350 km), al N del pa�s. Son tres las regiones naturales m�s importantes: Austria Occidental, caracterizada por el paisaje de la alta monta�a alpina; la zona subalpina, y los bordes del macizo de Bohemia, al N del pa�s, que forman un �rea de valles, llanuras y mesetas propicias para las v�as de comunicaci�n entre el E y O europeo; finalmente, la zona E del pa�s tiene unas caracter�sticas menos accidentadas y es una zona muy apta para la agricultura, con el Danubio, el lago Neusiedler y el r�o Drava, al S, drenando esta regi�n. Tres son tambi�n los conjuntos monta�osos en que se dividen los Alpes austr�acos: al O, los Alpes Axiales, los de mayor altitud (el Grossglockner, de 3 797 m, es el pico m�s alto de Austria), formados esencialmente por materiales cristalinos y constan de las cordilleras de los Alpes Dolomitas, �tztal y Altos y Bajos Tauern; los Prealpes del N, compuestos de materiales calc�reos, presentan un car�cter abrupto y constituyen los contrafuertes septentrionales de los Alpes, uni�ndolos con el altiplano de Baviera; los Prealpes del S, tambi�n conocidos como Pan�nicos, tienen formas m�s suaves, constituyendo alienaciones E-O con alturas que pueden llegar a los 2 000 m.

El clima del pa�s est� influenciado por su continentalidad, su ubicaci�n en la zona templada y el relieve. Pueden distinguirse tres �reas clim�ticas: la de clima alpino o de monta�a, con veranos cortos, frescos y h�medos, e inviernos largos y rigurosos, precipitaciones abundantes y temperaturas fr�as, aunque con variaciones sustanciales en funci�n de la altitud, orientaci�n y tipo de valles, etc.; este clima corresponder�a geogr�ficamente con el O y centro del pa�s. El clima continental, de inviernos bastante fr�os y h�medos y veranos calurosos y secos, domina en toda la parte E del pa�s. El resto del territorio est� sometido a un clima de transici�n con influencias continentales y oce�nicas. Los vientos h�medos del O y el fo�hn (viento c�lido y seco que se produce en los valles) constituyen aspectos determinantes del clima austr�aco

El pa�s sigue siendo uno de los estados con mayores recursos forestales, gracias a sus extensos bosques de con�feras. Sin embargo, �stos se ven amenazados por una fuerte tendencia a la degradaci�n a causa de los contaminantes existentes en el aire y el suelo, que producen una constante defoliaci�n. La vegetaci�n se distribuye en pisos altitudinales. Las zonas m�s altas corresponden generalmente a terrenos improductivos, los prados aparecen a partir de los 1 600 m, los abetos y l�rices coronan la zona arb�rea, y en la monta�a media aparecen los bosques de tipo caducifolio de robles y hayas. La cuenca del Danubio est� ocupada por bosques menos espesos de hayas y l�rices, aunque las zonas planas se caracterizan por una vegetaci�n menos arb�rea y m�s herb�cea y arbustiva, abundando los brezos esteparios.

El Danubio centra la red hidrogr�fica de Austria. Su cuenca drena m�s del 95% del territorio. Al indudable valor econ�mico de �ste hay que sumarle el valor estrat�gico que adquiere al proporcionar al pa�s la salida al mar Negro. Sus afluentes (destacando el Inn y el Drava) tienen un r�gimen nival, y por los desniveles a los que est�n sometidos son una excelente fuente para la obtenci�n de energ�a hidroel�ctrica. El resto de las cuencas hidrogr�ficas pertenecen al Rin y al Elba. Son importantes tambi�n los lagos; aparte de los numerosos lagos de origen glaciar, comparte con otros estados los lagos Constanza y Neusiedler, �nico lago estepario de Europa, resto de un antiguo mar.

 

 

Historia

 La historia de Austria su situaci�n geogr�fica influye como pocas veces lo hace para el devenir de un pa�s: situada en pleno coraz�n de Europa estuvo sometida a las m�s variadas influencias (germanas, romanas y eslavas) y actu�, como mediadora o parte interesada, en pr�cticamente todos los conflictos que tuvieron al Viejo Continente como escenario, jugando en numerosas ocasiones un papel de potencia que en realidad no le correspond�a. Ya en el Neol�tico se desarroll� en esa zona una brillante civilizaci�n en base al trabajo del bronce y del hierro (cultura de Hallstatt) por un pueblo indogerm�nico: los ilirios. �stos fueron desplazados en los albores de nuestra era por tribus celtas, que a su vez cedieron al empuje de los pueblos germ�nicos del N. El Imperio romano conquist� estas tierras en el siglo I a C, convirti�ndolas en provincias de alto valor estrat�gico (Retia, N�rica y Panonia) y fue el veh�culo para la llegada del cristianismo a orillas del Danubio.

El derrumbe del Imperio romano dio lugar al establecimiento de reinos b�rbaros, ostrogodos y longobardos, que no tardaron en sufrir los embates de la gran marea de los pueblos que ven�an de las estepas asi�ticas, sobre todo los �varos. Para detener el avance destructor de esos pueblos de jinetes, Carlomagno constituy� en el a�o 803 la Ostmark o marca defensiva oriental del Imperio carolingio. Cuando la obra de Carlomagno se desintegr�, dividida entre sus herederos, la Marca del Este qued� en manos de la dinast�a ot�nida, que consideraba su Sacro Imperio como continuador directo de Roma.

En los albores de la Edad Media el territorio austr�aco fue elevado a la dignidad de margraviato gracias a su defensa victoriosa contra los magiares, iniciando as� su progresiva independencia, culminada bajo la dinast�a de los Babenberg, reinantes en Austria hasta su extinci�n en 1253. Tras un turbulento interregno, la batalla de Marchfeld, en 1278, concedi� el trono imperial alem�n a la casa de los Habsburgo, que tom� a la antigua marca austr�aca como estado patrimonial y base de su pol�tica de expansi�n territorial, por lo que se ha conocido como casa de los Austria. La ampliaci�n de los dominios de los Habsburgo se ciment�, por encima de las conquistas militares, en inteligentes alianzas matrimoniales; as�, obtuvieron los estados del Ducado de Borgo�a, incluidos los Pa�ses Bajos, los de los Jagellones (Hungr�a, Bohemia y Polonia), y finalmente vincularon la corona de Espa�a, con todo su inmenso imperio, a la de Alemania, en la persona de Carlos V. De este modo, Austria qued� conformado como un estado multinacional cuya lengua, cultura y clases dominantes eran alemanas.

Aunque en sus primeros tiempos la monarqu�a austr�aca fue una potencia innovadora, representante del Despotismo Ilustrado, durante los siglos XVI y XVII los Habsburgo se constituyeron en defensores del Papado frente a la Reforma protestante. Asimismo, Austria se convirti� en basti�n defensivo de Europa frente al expansivo Imperio otomano, inaugurando de este modo su �poca de gran potencia continental. Pudo as� hacer frente a los conflictos sucesorios que enfrentaron a las distintas dinast�as europeas agrupadas en alianzas como consecuencia del derrumbe de la hegemon�a espa�ola, conservando la mayor parte de los territorios que hab�a adquirido la l�nea hispana de los Habsburgo. A la brillantez pol�tica y militar de esa �poca correspondi� un esplendor cultural plasmado en la fastuosidad del Barroco, as� como una reorganizaci�n del imperio, que dej� de ser un conglomerado de estados feudales para convertirse en una unidad administrativa e institucional, gracias sobre todo al descollante reinado de Mar�a Teresa (1740-80), fundadora de la dinast�a Habsburgo-Lorena. En los umbrales del siglo XIX, una nueva amenaza se cern�a sobre Austria, esta vez desde occidente: el expansionismo de la Francia napole�nica.

La alianza de varios pr�ncipes alemanes con Bonaparte en la Confederaci�n del Rin, motiv� la renuncia de Francisco I a la corona del Sacro Imperio, cambi�ndola por la de emperador de Austria (1806), y dando as� el golpe de gracia a algo que de hecho era s�lo una ficci�n pol�tica. Una vez derrotado definitivamente el proyecto bonapartista, las potencias vencedoras celebraron la mayor cumbre diplom�tica de la historia hasta el momento, el Congreso de Viena (1815), capitaneado por el canciller austr�aco Metternich, con el fin de sentar las bases de un reparto de poderes equilibrado en Europa, bajo la coartada de prevenir en el futuro el peligro franc�s. En este reparto de zonas de influencia, Austria recuper� todos los territorios que los franceses le hab�an arrebatado, e incluso gan� algunos nuevos; su deseo de conservar esos territorios de habla no germ�nica la desvincul� del proceso de unidad alemana que concluir�a su rival prusiano. Europa se reorganiz� bajo las premisas del absolutismo mon�rquico del antiguo r�gimen, tratando de borrar todas las huellas de la Revoluci�n Francesa. Pero pronto se demostr� que ello no era posible, pues empezaba a cristalizar el nuevo orden econ�mico y social burgu�s.

La burgues�a, junto a intelectuales e incluso la baja aristocracia, ostentaba una ideolog�a liberal opuesta al poder absoluto de los monarcas, y reclamaba constituciones escritas que dieran participaci�n pol�tica a mayores capas de la sociedad. Esta oposici�n liberal desemboc� en una �poca de estallidos revolucionarios, de los que uno de los m�s espectaculares fue el de Viena, de 1848, que puso fin al estado burocr�tico y policial dise�ado por Metternich. Adem�s, la revoluci�n en Austria tom� tambi�n tintes independentistas, dado el car�cter multinacional del imperio. La monarqu�a se vio obligada a hacer concesiones que consideraran las diferencias nacionales: se declar� el imperio constituido por dos Estados, el Imperio austr�aco y el Reino de Hungr�a, vinculados s�lo por la persona del monarca. En realidad, era una jugada t�ctica que manten�a el equilibrio dentro del imperio: Austria agitaba a las minor�as nacionalistas rumanas y eslavas de Hungr�a, de modo que �sta necesitaba seguir vinculada con la parte alemana del Imperio para mantener la hegemon�a de su mitad. A esta pol�tica interior, basada en un equilibrismo entre las distintas nacionalidades, se correspond�a una no menos delicada en el conjunto europeo: las teor�as del mercantilismo reinante introduc�an necesidad de mercados, recursos y poblaci�n potenciados al m�ximo, lo cual embarc� a las potencias europeas (Rusia, Gran Breta�a y Francia por un lado, Austria, Alemania e Italia por otro), en una carrera colonial que culmin� en la Primera Guerra Mundial, cuando se rompi� el equilibrio por el punto m�s d�bil: la disputa sobre los estados balc�nicos surgidos de la desaparici�n del Imperio turco, y particularmente el rechazo de los nacionalistas serbios a integrarse en el Imperio austroh�ngaro. Terminada la conflagraci�n, con Austria en el lado perdedor, se consider�, por parte de los vencedores, que ya no ten�a sentido su papel de dique frente al expansionismo ruso, alem�n o turco, prefiriendo dislocar el Imperio en peque�os estados que ser�an potenciales clientes de las econom�as ganadoras de la guerra. Como adem�s se prohibi� a Austria unirse con el resto de pa�ses de habla alemana, su territorio qued� reducido al actual. Los nuevos estados danubianos (Checoslovaquia, Hungr�a, Ruman�a y Yugoslavia) fueron creados bajo criterios de premio o castigo a los distintos pueblos seg�n su alineamiento durante el conflicto, por lo que su coherencia interna era tan poco racional como la del antiguo imperio, y pr�cticamente en ninguno de ellos se pudo asentar un r�gimen representativo o democr�tico. La ca�da del imperio lo fue tambi�n de su dinast�a reinante, que dej� paso a una Rep�blica Democr�tica y Federal Austr�aca, reflejada en la Constituci�n de 1920. De esta manera, Austria se vio rodeada de gobiernos dictatoriales y dudosamente leg�timos, y a menudo hostiles a la antigua metr�poli.

Interiormente, el pa�s tambi�n qued� desarticulado, dividido entre un campo cat�lico y conservador y una capital, ahora desproporcionadamente grande, m�s mundana y progresista, la llamada Viena Roja. Esto provoc� malestar social y un clima de inestabilidad, agravado por el endeudamiento y la crisis econ�mica de postguerra. Se produjo una aut�ntica guerra civil entre los socialdem�cratas y la derecha, partidaria de la anexi�n a Alemania, que se resolvi� con un golpe de estado del canciller Dollfuss, quien instaur� un r�gimen corporativista cat�lico, pero opuesto a la anexi�n o Anschluss. Finalmente, Dollfuss fue asesinado, y el alineamiento de la Italia fascista con la Alemania de Hitler (austr�aco de nacimiento) hizo caer a la joven rep�blica en manos del III Reich (1938), al que acompa�� en su derrota absoluta en la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminada la guerra, Austria consigui� ser considerada v�ctima y no c�mplice de Alemania, con lo cual pudo reorganizarse como estado independiente, recuperando la plena soberan�a en 1955 y comprometi�ndose a un estatus de permanente neutralidad. Qued� organizada como Rep�blica Federal, con un Presidente (que comparte el poder ejecutivo con el Gobierno Federal) y dos c�maras legislativas elegidas por sufragio universal. Cada uno de los 9 l�nders o Estados tiene su propio parlamento.

Entre 1970 y 1983 el Partido Socialista (SP�) del canciller Bruno Kreisky gobern� ininterrumpidamente con mayor�a absoluta aplicando la f�rmula socialdem�crata de estado benefactor, apoyado en un fuerte sector p�blico de la econom�a. En 1983 los esc�ndalos econ�micos, la crisis del petr�leo y el debate sobre el centralismo del Estado, obligaron al SP� a gobernar en coalici�n con los liberales, cediendo Kreisky la canciller�a a Sinowatz. En junio de 1986 fue elegido presidente de la rep�blica Kurt Waldheim, con un oscuro pasado nazi, ante lo cual se rompi� la coalici�n de gobierno. Las nuevas elecciones dieron mayor�a al Partido Liberal, pero gobiernan socialistas y populistas en coalici�n, con Franz Vranitzky como canciller.

En 1992 Kurt Waldheim fue sustituido por Thomas Klestil, poniendo fin a una inc�moda situaci�n internacional, lo cual permiti� a Austria solicitar el ingreso en la UE, lo cual consigui� tras un refer�ndum ampliamente respaldado. Austria ingres� en la UE en enero de 1995. En la actualidad Austria aspira, amparada en su situaci�n geogr�fica y su tradici�n de neutralidad, a ser la piedra angular de la �nueva arquitectura europea�.

 

Sociedad

Austria tiene una poblaci�n de 8.280.703 habitantes. La capital, Viena, tiene 1.651.437 habitantes y, si se incluyen las poblaciones metropolitanas, alcanza los 2 millones, una cuarta parte de la poblaci�n del pa�s.

En contraste con la capital, las otras poblaciones no superan el cuarto de mill�n de habitantes: Graz, 245.000 habitantes; Linz, 188.888; Salzburg, 150.000; Innsbruck, 117.000. El resto de poblaciones tienen me-nos de 100.000 habitantes. La densidad de poblaci�n del pa�s es de 97 habitantes por km2.

En los �ltimos dos a�os la inmigraci�n ha supuesto la llegada de alrededor de 50.000 personas por a�o. La poblaci�n inmigrante se compone principalmente de ciudadanos procedentes de pa�ses pr�ximos, entre ellos, Serbia, Montenegro, Turqu�a, Bosnia-Herzegovina, Alemania y Croacia.

La poblaci�n aut�ctona es, en un 99% germanoparlante. En diferentes regiones existen minor�as de otras nacionalidades, cuyos derechos est�n reconocidos por la Constituci�n (minor�a eslovena, croata, h�ngara, etc.)

El 73,6% de la poblaci�n se declara cat�lica, un 4,7% protestante, un 4,2% musulmana y un 12% se considera no religioso.

La estructura demogr�fica del pa�s se caracteriza por su progresivo envejecimiento, una fuerte concentraci�n, homogeneidad �tnica y un alto grado de urbanizaci�n, a pesar de las condiciones f�sicas desfavorables. Es destacable la sensible diferencia entre hombres y mujeres, existiendo 1,3 mujeres por cada hombre, y siendo la esperanza de vida de 71 a�os para los hombres y de 79 a�os para las mujeres.

La desaparici�n del Imperio austr�aco supuso una redistribuci�n espacial de la poblaci�n, una l�gica disminuci�n del contingente humano y una homogeneizaci�n �tnica. As�, a principios de siglo, un 90% de la poblaci�n era germana, y hoy lo es ya un 98%; el resto son minor�as eslavas (de eslovenos en Carintia, croatas en Burgenland y checos y eslovenos en Viena), y jud�os. La cultura austr�aca tuvo una gran influencia jud�a hasta el exterminio nazi. Desde comienzos del siglo XX, el volumen poblacional ha variado muy poco. La crisis econ�mica de entreguerras, con la consecuente emigraci�n, la Segunda Guerra Mundial, que supuso la muerte de m�s de 200 000 austr�acos en campos de exterminio (sobre todo jud�os), la baja tasa de fecundidad y natalidad junto con una alta mortalidad actual, son algunas de las causas de este estancamiento demogr�fico.

El bajo crecimiento natural supone un desarrollo demogr�fico muy lento, y s�lo los cambios acaecidos en los estados del Este han comportado una importante entrada de inmigrantes que puede suponer una recuperaci�n demogr�fica, y a la vez una p�rdida de homogeneidad poblacional. La poblaci�n se distribuye muy desigualmente sobre el territorio. En el presente siglo se asiste a un proceso de desplazamiento de la poblaci�n de E a O, debido al fomento de la industrializaci�n de los estados federados de la Alta Austria, Tirol, Salzburgo y Vorarlberg, mientras la Baja Austria y Viena han perdido importancia. El resto de estados, Carintia, Burgenland y Estiria, han mantenido una estabilidad demogr�fica. Aun as�, Viena concentra un importante contingente humano, que supone el 20% de la poblaci�n austr�aca. Antes de la desmembraci�n del Imperio austroh�ngaro, la poblaci�n vienesa representaba m�s del 30% del total, y tras la ca�da del Imperio pas� a ser una ciudad desproporcionada para un estado como el austr�aco, de ah� la p�rdida progresiva de poblaci�n.

A principios de la d�cada de 1970 el pa�s concentraba un 22% de la poblaci�n y contaba con 1 614 000 habitantes. El resto de ciudades importantes no superan los 250 000 habitantes y corresponden tambi�n a algunas de las capitales de los estados federados que componen Austria: Graz, capital de Estiria; Linz, capital de la Alta Austria; Salzburgo, capital del estado hom�nimo; Innsbruck, capital del Tirol, etc, ciudades que no llegan a concentrar el 10% de la poblaci�n. A pesar de esta distribuci�n desigual de la poblaci�n y de la topograf�a tan accidentada, la tasa urbana es alta, cercana al 60%.

El sector primario ocupa a un 4% de la poblaci�n, los que trabajan en el secundario (industria y explotaci�n de energ�a y minas) suponen un 38% y, finalmente, los ocupados en el sector terciario (comercio, finanzas, servicios p�blicos) representan el 55% de la poblaci�n activa, lo que indica que Austria es un pa�s econ�micamente desarrollado, con una econom�a que tiende a la progresiva terciarizaci�n. Es un pa�s de econom�a de libre mercado que hasta hace pocos a�os limitaba con pa�ses de econom�as planificadas socialistas. Hoy, estados como la Rep�blica Checa, Eslovenia, Hungr�a o Eslovaquia, se dirigen hacia econom�as plenamente capitalistas, hecho que, sin duda, influir� notablemente en la econom�a de Austria.

El desarrollo econ�mico de la joven rep�blica austr�aca se vio gravemente frenado por una serie de acontecimientos pol�ticos. La desintegraci�n del Imperio austroh�ngaro y las guerras mundiales supusieron para el pa�s graves penurias econ�micas. A ra�z de ello perdi� territorio, poblaci�n y riqueza econ�mica, adem�s de quedar privada de alianzas con Alemania, tras estar anexionada a �sta en 1938, y forzada a la neutralidad. La carencia de mercados, e incluso de materias primas y productos alimenticios, tambi�n afectaron a la nueva rep�blica. Tras la Segunda Guerra Mundial, Austria tuvo una evoluci�n econ�mica independiente y volcada hacia el mercado exterior, con relaciones econ�micas tanto con pa�ses de la �rbita capitalista como socialistas. Se nacionalizaron empresas, se aprovech� la ayuda suministrada por el Plan Marshall y se desarrollaron unas bases econ�micas asentadas sobre la siderurgia, la miner�a y el sector energ�tico, as� como las mejoras de las comunicaciones. Todo ello supuso el despegue econ�mico de la federaci�n austr�aca, siendo en la actualidad uno de los estados econ�micamente m�s desarrollados del mundo, donde adem�s del fuerte peso del sector servicios, la industria, basada en peque�as y medianas empresas, en grandes factor�as de propiedad estatal y en los recursos energ�ticos y mineros, tiene tambi�n un peso predominante. La intervenci�n estatal en la econom�a fue un hecho clave para este desarrollo hasta la era Kreisky (1983). Desde este a�o, la pol�tica econ�mica ha tendido a una progresiva liberalizaci�n, con una menor intervenci�n estatal, y con miras a afrontar el Mercado �nico Europeo.

Austria pertenece a la EFTA (Asociaci�n de Libre Comercio) desde 1960, y como la mayor�a de los estados miembros ha pedido la adhesi�n a la CEE (1989) y al Espacio �nico Europeo, y actualmente lo es de la Uni�n Europea. Las relaciones econ�micas con la Alemania unida se han ido intensificando y la penetraci�n austr�aca en la econom�a de sus vecinos pa�ses ex-socialistas es cada vez mayor. Podemos distinguir tres regiones econ�micas: una centrada en la capital federal, y que comprende Carintia E y la zona industrial y minera de Estiria, el Burgenland y buena parte de la Baja Austria; una segunda zona centrada en Linz y que agrupa todo el �rea occidental del Danubio, con importantes focos industriales y asentamientos humanos; una tercera regi�n es la Austria Alpina, menos industrial y m�s tur�stica, y con mayor empuje econ�mico, que engloba el Tirol, Salzburgo, Vorarlberg, Carintia y Estiria Occidental. El eje industrial m�s importante agrupa a las cinco mayores ciudades del Estado y se articula en torno a la autopista Viena-Klagenfurt y el Danubio.

Las industrias son diversas y est�n lo suficientemente extendidas por el territorio federal. Sus fuentes de energ�a son las riquezas mineras y energ�ticas. El acero, el hierro, yacimientos de gas natural y petr�leo, la madera y los recursos h�dricos del pa�s, sostienen en gran medida la industria austr�aca. Entre las producciones mineras destacan las de lignito, yeso, plomo, cinc, caol�n, sal, grafito, antimonio, etc. La siderurgia (equipos de transporte, armas, maquinaria agr�cola, etc) ocupa un importante lugar dentro del conjunto de producci�n industrial, y se ubica esencialmente en las regiones de Linz, Donawitz, Viena, Graz y Klagenfurt. Otras industrias importantes son la petroqu�mica, centrada en la regi�n alpina septentrional y al NO del pa�s, la del papel y la alimentaria, m�s centrada en los l�nders alpinos, la del textil --en decadencia desde los 70--, importante tambi�n en estos l�nders y en la capital, y la electr�nica, que se perfila con un buen futuro en la econom�a del pa�s.

A pesar de las riquezas naturales que Austria posee, debe importar gran cantidad de energ�a y minerales para mantener el funcionamiento de su industria, por lo que la dependencia energ�tica es elevada. Los transportes y el comercio suponen un importante pilar para su econom�a. Su estrat�gica ubicaci�n geogr�fica en el coraz�n de Europa lo convierte en corredor entre Europa del E y el O. Las industrias destinadas a la exportaci�n hacen que el pa�s se haya convertido en un n�cleo de modernas v�as de comunicaci�n. Tambi�n el turismo constituye uno de los sectores econ�micos m�s din�micos. Su naturaleza monta�osa, y la existencia de bellas e hist�ricas ciudades imperiales, lo han convertido en uno de los estados que reciben mayor n�mero de turistas del mundo. La aportaci�n econ�mica de este sector contribuye decisivamente a la reducci�n del d�ficit en la balanza comercial. Si el 55% de la poblaci�n est� empleado en el sector servicios, s�lo un 8% se dedica a la agricultura, la ganader�a y la silvicultura.

 

Econom�a

Ante un territorio tan accidentado, la fuerte mecanizaci�n y optimizaci�n de los rendimientos en el sector agr�cola es dif�cil. Las explotaciones son peque�as y dominan las ganaderas sobre las agr�colas. Estas �ltimas son m�s importantes en las llanuras N y NE del pa�s. Cereales, patatas y remolacha azucarera son los principales productos agrarios, mientras que la ganader�a bovina y porcina destacan como las principales caba�as.

La explotaci�n de bosques es tambi�n un importante recurso, e impulsa la industria relacionada con la madera. Austria es una federaci�n de estados con un alto nivel de vida que se manifiesta en una elevada renta (aunque m�s baja que la de sus vecinos occidentales) y un bajo nivel de desempleo, lo que favorece la llegada de personas procedentes del E europeo y de Turqu�a.

 

 

Pol�tica

Austria es una Rep�blica Federal, compuesta por nueve estados federados: Carintia, Baja Austria, Alta Austria, Salzburg, Steiermark, Tirol, Vorarlberg y Viena.

El Jefe del Estado es el Presidente de la Rep�blica, elegido de manera directa cada 6 a�os.

El poder legislativo reside en el Parlamento, integrado por la C�mara de Diputados (Nationalrat), con 183 miembros elegidos cada 4 a�os, y por la C�mara Alta (Bundesrat), compuesta por 62 miembros, designados por los Parlamentos de los Estados Federados en n�mero proporcional su propio n�mero de habitantes. El poder legislativo de cada Estado Federado reside en cada uno de sus respectivos parlamentos.

El poder ejecutivo reside en el Presidente de la Rep�blica (funciones representativas) y en el Gobierno Federal, formado por el Canciller Federal, el Vicecanciller y los ministros.

La Constituci�n determina la independencia de los jueces en el ejercicio de sus funciones y el pueblo puede tomar parte directamente en la judicatura a trav�s de tribunales populares. Existe la figura del Defensor del Pueblo.

En las �ltimas elecciones del 1 de octubre de 2006 el partido socialdem�crata (SP�) obtuvo el 35,3% de los votos, el partido de centro-derecha (�VP) el 34,3%,los Verdes el 11,1%,el partido derechista (FP�) el 11% y el tambi�n derechista BZ� el 4,1%.

Austria pertenece a las Naciones Unidas y a la Uni�n Europea desde 1995.Es uno de los seis pa�ses europeos que se ha declarado permanentemente neutral y uno de los pocos pa�ses que ha incluido este concepto en su Constituci�n.

Austria se divide en nueve provincias federadas o Bundesl�nder, cada una con su jefe de gobierno o Landeshauptmann y su parlamento o Landtag. El jefe del Estado es el presidente, que se elige por sufragio universal cada seis a�os, y a su vez elige al canciller, que representa la jefatura del gobierno. Las dos c�maras legislativas son el Consejo Federal compuesto por 64 miembros y el Consejo Nacional compuesto por 183.

Forma de Gobierno: Rep�blica federal

Presidente: Heinz Fischer (desde julio de 2004)

Jefe de Gobierno / Canciller: Alfred Gusenbauer (SP�) desde enero 2007

 

 

Cultura

 Literatura

Los textos m�s antiguos en suelo austr�aco son antolog�as religiosas recopiladas en conventos en el siglo XII. Paralelamente a la poes�a religiosa se cultiv� el g�nero cortesano y caballeresco, como la Leyenda de los Nibelungos. La Corte imperial foment� extraordinariamente las artes esc�nicas, tanto el drama religioso, los misterios, el ballet o la �pera, como especialmente el g�nero c�mico y la c�lebre opereta, inspirados en la vida popular vienesa.

Los autores c�micos F. Raimund y J. Nestroy son actualmente los m�s representados en lengua alemana. La Escuela Rom�ntica (Franz Grillparzer) refundi� el drama cl�sico con elementos formales del Barroco austr�aco y espa�ol y con la tradici�n popular. Tambi�n en el Barroco se cultiv� la poes�a �pica y la novela social. Nikolaus Lenov incorpor� temas de los otros pueblos que compon�an el Imperio austroh�ngaro. A finales del siglo XIX, la llamada Secession signific� un desdoblamiento entre la recuperaci�n y reinterpretaci�n de la tradici�n (von Hofmammstahl) y la experimentaci�n y ruptura, influida por las teor�as del psicoan�lisis freudiano: A. Schnitzler �invent� el mon�logo interior y la narrativa de Vicky Baum preludi� a los grandes novelistas que interpretaron la disoluci�n del imperio: Robert Musil y Joseph Roth. Desde Praga, R. M� Rilke en poes�a y Kafka en narrativa hab�an renovado las letras austr�acas.

El final de la Primera Guerra Mundial supuso el inicio de una verdadera literatura nacional; Karl Kraus y su revista Die Fackel educaron una nueva conciencia ling��stica. Tras la Segunda Guerra Mundial se incorporaron reflexiones sobre el poder del estado, las masas, la alienaci�n, tanto en novelas autobiogr�ficas (E. Canetti) como en teatro experimental (Peter Handke). Algunos autores, especialmente mujeres (Elfriede Jelinek), aportaron temas m�s actuales, como el mundo obrero, la mujer o la infancia. El llamado Grupo Vien�s (G. R�hm, K. Bayer, E. Jandl y otros) confirm� la l�nea de experimentaci�n y juegos ling��sticos, apoyados en la filosof�a de Wittgenstein.

 

Arte

La obra de arte m�s antigua en Austria tiene 30 000 a�os; se trata de una escultura redonda tallada como �dolo de la fertilidad por cazadores paleol�ticos y conocida por Venus de Willendorf. Los pueblos celtas tambi�n dejaron su testimonio art�stico, sobre todo en trabajos en cer�mica y bronce (culturas de Hallstatt y La Ten�). La asimilaci�n al Imperio romano aport� influencias mediterr�neas en las formas de vida y la vivienda: se introdujeron la construcci�n en piedra, el arco y la b�veda, la pl�stica figurativa y las pinturas y mosaicos naturales.

 

Las invasiones b�rbaras no acabaron con la cristianizaci�n, cubri�ndose Austria de iglesias y monasterios, en los cuales se trabaj� la iluminaci�n y la miniatura (Evangeliano de Cutperch), as� como la orfebrer�a (C�liz de Tassilo). La Edad Media signific� la total identificaci�n del arte con la religi�n cristiana. En tiempos de los Babenberg se extendi� el Rom�nico en catedrales y monasterios, para cuya decoraci�n se recuper� la escultura en p�rticos y �bsides. Frescos murales decoran los interiores de las iglesias (catedral de Gurk). Merecida fama tuvo la escuela de iluminaci�n de libros de Salzburgo. El arte tambi�n prest� su servicio a la pol�tica, glorificando con opulentos tesoros e insignias la grandeza del Sacro Imperio. Desde la entronizaci�n de los Habsburgo y hasta el siglo XV se impuso el estilo g�tico, primero con influencias italianas pero definitivamente impuesto por los monjes cistercienses franceses. El g�tico buscaba plasmar en la geometr�a de los edificios las ideas trascendentes de la religi�n. En Austria es caracter�stico que todas las naves de las iglesias est�n a la misma altura (catedral de San Esteban en Viena).

La escultura g�tica no se apoyaba en elementos arquitect�nicos, sino que era completamente libre; alcanz� su m�xima elegancia en la representaci�n de Madonas en el llamado Estilo Suave (Virgen hermosa de Krumav). La pl�stica culmin� en las vidrieras con figuras de santos y en retablos magn�ficos donde se unieron la talla en madera y la pintura en tablas. Entre el g�tico y el Barroco se extendieron cien a�os de influencias del Renacimiento italiano, propiciados por la atracci�n que ejerc�a la corte de Maximiliano I sobre sabios y artistas. En su primera mitad, el Renacimiento austr�aco estuvo dominado por la pintura y la escultura. La Escuela Danubiana cultiv� el paisajismo como decorado de escenas religiosas (altar de San Flori�n).

El avance del protestantismo, opuesto a las representaciones figurativas, decant� el gusto hacia la arquitectura y la artesan�a. Los nobles protestantes adinerados construyeron palacios urbanos decorados �a la manera italiana�, reflejando el acervo humanista. La decoraci�n manierisk se acerc� a la fantas�a surrealista. El fin del peligro turco supuso el autorreconocimiento como potencia de Austria, lo que se reflej� en el fastuoso arte barroco, estilo en que se construyeron magn�ficos palacios cuyas paredes y techos estaban completamente decorados por pinturas al fresco. El Barroco tard�o o Teresiano alcanz� el m�ximo refinamiento con influencias del rococ� alem�n. La transici�n del siglo XVIII al XIX se concret� en la b�squeda de mayor sobriedad y sutileza intelectual, acorde a la nueva era de prosperidad burguesa. Los estilos art�sticos que recogi� este nuevo esp�ritu fueron el clasicismo y el Biedermeier. La segunda mitad del siglo XIX es conocida como Per�odo de los Fundadores.

El Imperio se organiz� como un estado moderno y potente, b�sicamente en Viena. A inicios del siglo XX se produjo la Secession, que supuso el final del historicismo y una revoluci�n est�tica modernista. Se buscaba la obra de arte coherente, la armon�a completa de arquitectura y decoraci�n interior. La arquitectura moderna pretende hacer edificios y ciudades m�s habitables, recogiendo principios ecol�gicos. La pintura austr�aca del siglo XX no recibi� influencias del impresionismo franc�s, y desde su inicio el expresionismo y surrealismo fueron extraordinarios (O. Kokoschka, A. Kubin), teniendo continuidad tras la Segunda Guerra Mundial en el estilo informal y en la escuela vienesa de Realismo Fant�stico.

 

M�sica

Desde antiguo, Viena tiene fama de ser la ciudad de la m�sica. La corte vienesa hizo de su �pera Nacional el centro musical m�s importante de su tiempo, y en ella estrenaron todos los autores austr�acos, por nacimiento o adopci�n: Gluk, Mozart,Beethoven, Wagner, Machles, Strauss, Chopin. La m�sica sinf�nica tambi�n tuvo en Viena su capital a finales del siglo XVIII, en el llamado clasicismo vien�s. Adem�s de los ya citados, Shubert y Hayden transmitieron su legado a los postrom�nicos y al gran revolucionario del siglo XX, Arnold Sch�nberg, con su teor�a dodecaf�nica.

En la actualidad, Viena sigue siendo un centro musical de primera magnitud gracias al cuidado de instituciones como los Ni�os Cantores, las escuelas de m�sica y los festivales, y a saber atraer a las primeras figuras para dirigirlos: Von Karajan, L. Berstein o Lorin Maazel, pudiendo as� unir vanguardismo y tradici�n.

 

Cine

En Austria es mucho m�s importante la producci�n de pel�culas documentales y experimentales que las de cine comercial. �ste ha conseguido un peque�o desarrollo en los �ltimos a�os gracias al apoyo de entidades p�blicas y a su integraci�n en los circuitos europeos.

Pese a que apenas se producen doce pel�culas al a�o, Austria ha dado algunos actores c�lebres (Romy Schneider, Senta Berger) y alg�n autor prestigioso (Axel Corti). La Viennale, festival anual de cine, lucha por tener un hueco en la cinematograf�a europea.

 

 

Lugares interesantes

Viena: Catedral Stephansdom, Palacio Imperial, Hofburg, Plaza Michaelerplatz, Biblioteca Nacional, Edificio del Parlamento, Rathaus (Ayuntamiento).

 Salzburgo: conjunto hist�rico, castillo y casa natal de Mozart.   

 Otras ciudades: Salzkammergunt, Kitzb�hel, Innsbruck, Linz

 Australia Occidental: Perth, Gran Desierto de Arena, bosques de eucaliptos.

Territorio del Norte: Darwin, MacDonnel Range y Ayers Rock o Uluru, una masa rocosa de forma singular en cuyo interior existen pinturas rupestres, constituida en s�mbolo nacional.

Territorio del Sur: Adelaida, playas en la Gran Bah�a Australiana, Lagos Eyre, Torrens y Gairdner.

Queensland: Brisbane, Cairns, Gran Cordillera Divisoria, Mar del Coral y la Gran Barrera de Arrecifes, que constituye el organismo vivo m�s grande la Tierra.

Nueva Gales del Sur: Sydney, Canberra y Monte Kosciusco (pico m�s alto del continente con 2.230 metros).

Victoria: Melbourne, estrecho de Bass y minas de oro.

Isla de Tasmania: Hobart, diablo de Tasmania (marsupial carn�voro
 

 

 

Fiestas

El Festival de Salzburgo

Los Heurigen son terrazas al aire libre situadas en las periferias de las ciudades y dispuestas con mesas para picnic y jarras de vino colgadas de las puertas. Se puede sentar uno en un banco y escuchar schrammelmusic -m�sica folk tocada por viejos m�sicos- mientras se degustan especialidades del pa�s a precios asequibles.

El Festival de Salzburgo se celebra todos los veranos en el pueblo natal de Wolfgang Amadeus Mozart, siendo uno de los festivales de m�sica y teatro m�s concurridos del mundo. Se celebr� por primera vez en 1877, enfoc�ndose hacia la figura del compositor tras el fin de la Primera Guerra Mundial. En 1927 fue inaugurado el Festspielhaus o teatro del festival, donde en adelante tuvieron lugar las respresentaciones de �pera, cuyo repertorio inicial se centraba en las obras de Mozart y Strauss. M�s adelante se fueron agregando otras realizaciones, como Trist�n e Isolda de Wagner y Falstaff de Verdi. Con la llegada del nazismo a Alemania, el festival comenz� a reclutar a aquellos artistas que eran perseguidos por el gobierno de Hitler, aunque entre 1938 y 1944, gran cantidad de estos artistas se encontraba exiliada o prefer�a no hacer presentaciones bajo el r�gimen nazi. A pesar de todo, los organizadores lograron que el festival se continuara realizando durante toda la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1946, el festival de Salzburgo comenz� a convertirse en un s�mbolo de la identidad cultural de Austria, incluyendo al menos una �pera del siglo XX en todas sus ediciones y promoviendo la innovaci�n musical a trav�s de la inclusi�n de nuevos directores y compositores en los repertorios. M�s informaci�n en www.salzburgfestival.at

D�as festivos

1 de enero: A�o Nuevo, 6 de enero: Epifan�a del Se�or; Viernes Santo y lunes de Pascua; 1 de mayo: Fiesta del Trabajo; 5 de mayo: Fiesta de la Ascensi�n; cuarto lunes de mayo: Lunes de Pentecost�s; 15 de agosto: Corpus Christi; 26 de octubre: Asunci�n de la Virgen; 1 de noviembre: D�a de la Bandera; 8 de diciembre: Inmaculada Concepci�n; 25 de diciembre: Navidad; 26 de diciembre: San Esteban.

  

 

Gastronom�a

La cocina se basa en la carne como plato principal y la sopa como entrante habitualmente. La frittatensuppe es una sopa ligera con tropezones de crep, y la markkn�delsuppe a base de tu�tano con tropezones de masa. La carne se puede ofrecer de kalb (ternera), schwein (cerdo), lammfleisch (cordero), huhn (gallina) o puter (pavo). El wiener schnitzel es un filete rebozado con huevo y pan frito t�pico de la cocina vienesa, y el gulash un estofado de carne y vegetales en salsa de paprika. Su cocina adem�s incluye wurst (salchichas), eier (huevos), k�sse (queso), brot (pan) y kartoffeln (patatas).

A media tarde se suele acudir a los Caf�-Konditoreien para tomar kaffee und kuchen (caf� y tarta). A destacar, sacher torte, pastel de chocolate con capa de mermelada; linzertorte, un pastel de frutos secos rellenos de mermelada de frambuesa; apfel strudel, un pastel de manzana relleno de pasas y canela; y muchos m�s.

 Entre los caf�s, el schwarzer es corto y solo; el brauner lleva un poco de leche; el melange es un caf� con leche; y el einsp�nner con nata batida por encima. Las cervezas t�picas son la Kr�gerl, Seidel y Pfiff (de mayor a menor precio). Las bodegas (Weinkeller o Heuriger) est�n muy extendidas por todo el pa�s, vendiendo cuartos de litro de vino (viertel) m�s baratos que otras bebidas alcoh�licas. Si alguna bebida austriaca merece especial atenci�n es la cerveza, de la que destacan tres variedades: Stiegl Bier (cerveza de Salzburgo), Zipfer Bier (de la zona norte) y G�sser Bier (de Graz). El punch es una variedad de licor de frutas que se sirve con agua caliente en puestos callejeros durante los meses de invierno. Tambi�n se encuentra vino caliente, que se sirve en tazas de barro.

   

Video-clips:

 

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