ESPA�A: CARACTER�STICAS SOCIOEDUCATIVAS Y CULTURALES  

 

 

 

Datos Generales

 

Informaci�n de base sobre el pa�s

Superficie (km2)

505 990

Poblaci�n (2000)

39 910 000

Nombre oficial del pa�s

el Reino de Espa�a

Regi�n

Europa Occidental

Tipo de econom�a

High income

Producto interno bruto por habitante (2000)

US$ 14 054

Porcentaje de la poblaci�n por debajo de la l�nea nacional de pobreza

...

Indice de desarrollo humano, IDH (1999)

0,908

Posici�n del IDH sobre 162 pa�ses (1999)

21

 

 

En este cap�tulo se va a dar cuenta de ciertos elementos que describen, de forma general, el contexto pol�tico y econ�mico espa�ol en el que se inscribe el propio sistema educativo: el marco definitorio de sus caracter�sticas y su funcionamiento.

Est� dividido en siete apartados en los que se analizan los siguientes aspectos: el primero presenta un resumen hist�rico de la situaci�n pol�tica del pa�s; el segundo describe los principales �rganos ejecutivos y legislativos de �mbito estatal, auton�mico y local, as� como sus respectivas competencias; el tercero se centra en las relaciones entre el Estado y las distintas confesiones religiosas; el siguiente apartado ofrece una visi�n general acerca de la relaci�n entre la lengua castellana, de car�cter oficial en el conjunto del �mbito estatal, y las distintas lenguas propias de determinadas regiones, que restringen su car�cter de lengua oficial a sus respectivos territorios; los dos siguientes apartados est�n integrados por indicadores demogr�ficos y econ�micos, respectivamente; finalmente, este primer cap�tulo acaba con una serie de datos estad�sticos referidos a los apartados quinto y sexto.

 

1.1. Perspectiva hist�rica

 

Seg�n establece la Constituci�n Espa�ola de 1978 en su art�culo 1, Espa�a se constituye en un Estado social y democr�tico de derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jur�dico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo pol�tico. Se produce as� el tr�nsito desde un Estado autocr�tico a un Estado caracterizado por el sometimiento de todos los poderes p�blicos a la Constituci�n, a las leyes, y al resto del ordenamiento jur�dico. Espa�a adopta como forma pol�tica la Monarqu�a parlamentaria y se organiza territorialmente en Comunidades Aut�nomas, modific�ndose as� la anterior organizaci�n territorial centralista propia del r�gimen predemocr�tico. De esta manera, la Constituci�n abre la posibilidad de que las Comunidades Aut�nomas asuman y ampl�en progresivamente diversas competencias en el marco legal establecido que, en el campo de la educaci�n, pueden ser de car�cter ejecutivo y legislativo.

Desde la aprobaci�n de la Constituci�n se inicia un proceso de transici�n pol�tica de un r�gimen autoritario a una democracia parlamentaria que va acompa�ado de transformaciones profundas en todas las esferas de la vida social, pol�tica, econ�mica y cultural, de las que la educaci�n no ha sido una excepci�n.

Algunos cambios sociales han resultado de gran importancia para la actual configuraci�n de nuestra sociedad, y entre ellos podemos destacar la creciente incorporaci�n de la mujer al mundo del trabajo, el descenso de las tasas de natalidad, el aumento de la poblaci�n en los grandes n�cleos urbanos y el crecimiento de la inmigraci�n.

En los a�os 80 se produjeron dos importantes acontecimientos que han marcado profundamente el ulterior desarrollo pol�tico y social espa�ol, a saber: la incorporaci�n de Espa�a a la Organizaci�n del Tratado del Atl�ntico Norte (otan) en 1984, y la adhesi�n a las Comunidades Europeas en 1985.

Por lo que respecta al panorama pol�tico interior, desde las primeras elecciones democr�ticas tras la dictadura franquista, en 1977, tres partidos pol�ticos han ocupado el poder: la Uni�n de Centro Democr�tico (ucd), que gobern� entre 1977 y 1982; el Partido Socialista Obrero Espa�ol (psoe), que gobern� entre 1982 y 1996; y el Partido Popular (pp) que gobern� entre 1996 y 2004. El 14 de marzo de 2004 el psoe fue el partido m�s votado en las elecciones generales y, en consecuencia, ha vuelto a ocuparse de las tareas ejecutivas en Espa�a.

En la actualidad, s�lo tres partidos de �mbito estatal tienen representaci�n parlamentaria: el psoe, integrado en la Internacional Socialista, el pp, perteneciente a la Internacional Dem�crata Cristiana, e Izquierda Unida (iu), coalici�n integrada por el Partido Comunista de Espa�a, Izquierda Republicana, el Partido de Acci�n Socialista y colectivos independientes de izquierdas. El psoe y el pp se reparten casi el 90% de los esca�os en el Congreso de los Diputados, una de las dos c�maras que, junto al Senado conforman las Cortes Generales espa�olas, receptoras del mandato constitucional del ejercicio del poder legislativo.

Adem�s de los partidos de �mbito estatal, diversas formaciones pol�ticas de car�cter regional cuentan tambi�n con representaci�n parlamentaria: Se trata de Converg�ncia i Uni� (ciu), coalici�n de los partidos Converg�ncia Democr�tica de Catalunya y Uni� Democr�tica de Catalunya; Esquerra Republicana de Catalunya (erc); el Partido Nacionalista Vasco (pnv); Coalici�n Canaria (cc); Bloque Nacionalista Galego (bng); Nafarroa Bai (Na-Bai); Eusko Alkartasuna (ea); Chunta Aragonesista (cha) e Iniciativa Per Catalunya Verds (icv).

 

Institutions: CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Legislation: Constituci�n Espa�ola de 27 de diciembre de 1978

 

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1.2. Principales �rganos ejecutivos y legislativos

 

En este ep�grafe se describen los �rganos ejecutivos y legislativos de los diferentes �mbitos estatal, regional (Comunidades Aut�nomas) y local (municipios y provincias), as� como algunas de las competencias b�sicas de cada uno de estos tres niveles de la Administraci�n espa�ola.

 

1.2.1. El Estado

 

De acuerdo con la Constituci�n Espa�ola de 1978, la forma pol�tica del Estado espa�ol es la Monarqu�a parlamentaria. �sta se caracteriza, por un lado, porque el Rey encarna la Jefatura del Estado y, por otro, por la separaci�n de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

El poder legislativo reside en las Cortes Generales, integradas por representantes del pueblo espa�ol elegidos cada cuatro a�os. Est�n constituidas por dos c�maras: el Congreso de los Diputados y el Senado. Ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus presupuestos, controlan la acci�n del Gobierno y tienen las dem�s competencias que les atribuye la Constituci�n. Son elegidas por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, en el que son electores y elegibles todos los espa�oles que est�n en pleno uso de sus derechos pol�ticos.

El poder ejecutivo corresponde al Gobierno de la Naci�n, compuesto por el Presidente, los Vicepresidentes, en su caso, los Ministros y los dem�s miembros que la ley establezca. El candidato a Presidente del Gobierno es propuesto por el Rey, previa consulta con los representantes de los partidos pol�ticos con representaci�n parlamentaria y a tenor de los resultados electorales obtenidos. El Gobierno dirige la pol�tica interior y exterior, la Administraci�n civil y militar, y la defensa del Estado. Ejerce la funci�n ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constituci�n y las leyes. Los departamentos ministeriales y el resto de los organismos que de ellos dependen integran la Administraci�n del Estado. En la actualidad, el Gobierno cuenta con 8 Ministros y 8 Ministras, fruto del Proyecto de Ley Org�nica de Igualdad entre Mujeres y Hombres. Pr�cticamente todos los ministerios mantienen alguna relaci�n con el Ministerio de Educaci�n y Ciencia.

Seg�n establece la Constituci�n, el Estado espa�ol se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en Comunidades Aut�nomas. Todas estas entidades gozan de autonom�a para la gesti�n de sus respectivos intereses.

Esta organizaci�n territorial implica un reparto de competencias entre los diferentes entes territoriales, que se realiza en el marco de lo establecido en la Constituci�n y en los respectivos estatutos de las Comunidades Aut�nomas. Estos estatutos, si bien regulan la organizaci�n, funcionamiento y competencias de la respectiva Comunidad Aut�noma, no dejan de ser leyes estatales con car�cter de Ley Org�nica (se aprueban por mayor�a absoluta en una votaci�n final en el Congreso de los Diputados).

La Constituci�n dispone una serie de materias que son de competencia exclusiva del Estado, y otras que, por su propia naturaleza, son susceptibles de transferencia o delegaci�n.

El Estado garantiza la realizaci�n efectiva del principio de solidaridad, velando por el establecimiento de un equilibrio econ�mico adecuado y justo entre las diversas partes del territorio espa�ol, y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.

En este sentido, entre las competencias exclusivas del Estado se encuentra la regulaci�n de las condiciones b�sicas que garanticen la igualdad de todos los espa�oles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales; las referidas a nacionalidad, emigraci�n e inmigraci�n, extranjer�a y derecho de asilo; la organizaci�n de la defensa y de las Fuerzas Armadas; el sistema monetario y la banca; la planificaci�n de la econom�a y el comercio exterior; la Administraci�n de justicia; legislaci�n mercantil, penal, penitenciaria, procesal, laboral, civil y sobre propiedad intelectual e industrial; la hacienda p�blica o la deuda del Estado.

El continuo y progresivo proceso de descentralizaci�n ha afectado a muchos ministerios, entre ellos, al Ministerio de Educaci�n y Ciencia. De esta forma, la gesti�n y la legislaci�n del sistema educativo han sufrido una evoluci�n como consecuencia de las transferencias de estas competencias a las Comunidades Aut�nomas, si bien el Estado se reserva aquellas competencias educativas que, seg�n la Constituci�n, le corresponden en exclusiva.

 

1.2.2. Las Comunidades Aut�nomas

 

Espa�a est� constituida por 17 Comunidades Aut�nomas y por las Ciudades Aut�nomas de Ceuta y Melilla. Sus correspondientes Estatutos de Autonom�a son la norma institucional b�sica de cada una de ellas, y el Estado los reconoce y ampara como parte integrante de su ordenamiento jur�dico. Entre las competencias que pueden asumir se encuentran la organizaci�n de sus instituciones de autogobierno, las alteraciones de los t�rminos municipales comprendidos en su territorio, la ordenaci�n del territorio, urbanismo y vivienda, la agricultura y ganader�a, el fomento de la cultura y la investigaci�n, y la asistencia social y la sanidad e higiene, entre otras. Adem�s, aquellas Comunidades Aut�nomas con lengua propia tienen competencias en la ense�anza de la misma.

 

En materia de educaci�n, las Comunidades Aut�nomas tienen competencias para desarrollar legislativamente las normas estatales, regular los aspectos no b�sicos del sistema educativo, as� como desarrollar aquellas competencias ejecutivo-administrativas que les permitan gestionar el sistema educativo en su propio territorio (v�ase el ep�grafe 2.6.2.).

Los �rganos legislativos y ejecutivos auton�micos son, sin perjuicio de sus diferentes denominaciones en las distintas Comunidades Aut�nomas, la Asamblea legislativa, elegida por sufragio universal; el Consejo de Gobierno, con funciones ejecutivas y administrativas; y el Presidente, m�ximo representante de la Comunidad Aut�noma y representante ordinario del Estado en la misma.

Legislation: Constituci�n Espa�ola de 27 de diciembre de 1978

Legislation: Ley 12/1983, de 14 de octubre, del Proceso Auton�mico

 

1.2.3. La administraci�n local

El art�culo 137 de la Constituci�n dispone que el Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Aut�nomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonom�a para la gesti�n de sus respectivos intereses.

Seg�n el art�culo 1 de la Ley de Bases del R�gimen Local (lbrl) de 1985, que regula la organizaci�n, funcionamiento y competencias de las distintas entidades locales, los municipios son entidades b�sicas de la organizaci�n territorial del Estado y cauces inmediatos de participaci�n ciudadana en los asuntos p�blicos, que institucionalizan y gestionan con autonom�a los intereses propios de las correspondientes colectividades.

La Constituci�n garantiza la autonom�a de los municipios, que gozan de personalidad jur�dica plena. Su gobierno y administraci�n corresponde a sus respectivos ayuntamientos, integrados por los alcaldes y los concejales. Los concejales son elegidos por los vecinos del municipio mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreto, en la forma establecida por la ley. Por su parte, los alcaldes son elegidos por los concejales o por los vecinos.

 

La Constituci�n establece que la provincia es una entidad local con personalidad jur�dica propia, determinada por la agrupaci�n de municipios y divisi�n territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado. Cualquier alteraci�n de los l�mites provinciales habr� de ser aprobada por las Cortes Generales mediante Ley Org�nica. El gobierno y la administraci�n aut�noma de las provincias est�n encomendados a diputaciones u otras corporaciones de car�cter representativo.

Hay que tener en cuenta, adem�s, que se pueden crear agrupaciones de municipios diferentes de la provincia y que en los archipi�lagos, las islas tienen adem�s su administraci�n propia en forma de cabildos o consejos.

 

Legislation: Constituci�n Espa�ola de 27 de diciembre de 1978

Legislation: Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de R�gimen Local

 

 

1.3. Religi�n

Seg�n establece la Constituci�n Espa�ola de 1978 en su art�culo 16, se garantiza la libertad ideol�gica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin m�s limitaci�n, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden p�blico protegido por la ley. En el mismo art�culo se establece, as� mismo, que ninguna confesi�n tendr� car�cter estatal.

Por lo tanto, no existe confesi�n de car�cter oficial en Espa�a, si bien una amplia mayor�a de los ciudadanos espa�oles se declaran cat�licos.

A pesar de la no confesionalidad del Estado, con base en el citado art�culo 16 del texto constitucional, los poderes p�blicos mantienen relaciones de cooperaci�n con la Iglesia Cat�lica y las dem�s confesiones. En este sentido, entre el Estado espa�ol y la Santa Sede existe un Concordato referido a la ense�anza de la religi�n cat�lica, as� como Acuerdos de Cooperaci�n entre el Estado Espa�ol y las confesiones evang�lica, israelita e isl�mica. En tales acuerdos, el Estado reconoce el derecho fundamental a la educaci�n religiosa y asume su obligaci�n de garantizar el ejercicio de este derecho.

Legislation: Constituci�n Espa�ola de 27 de diciembre de 1978

Legislation: Instrumento de ratificaci�n del acuerdo entre el Estado espa�ol y la Santa Sede sobre ense�anza y asuntos culturales, firmado en la ciudad del Vaticano el 3 de enero de 1979

Legislation: Ley 24/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el acuerdo de cooperaci�n del Estado con la Federaci�n de Entidades Religiosas Evang�licas de Espa�a

Legislation: Ley 25/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el acuerdo de cooperaci�n del Estado con la Federaci�n de Comunidades Israelitas de Espa�a

Legislation: Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el acuerdo de cooperaci�n del Estado con la Comisi�n Isl�mica de Espa�a

Legislation: Ley Org�nica 7/80, de 5 de julio, de libertad religiosa

 

 

1.4. Lenguas oficiales y lenguas minoritarias

 

De acuerdo con la Constituci�n Espa�ola de 1978, el castellano es la lengua oficial del Estado espa�ol y, por lo tanto, todos los ciudadanos espa�oles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla. Junto al castellano, otras lenguas son igualmente oficiales en sus respectivas Comunidades Aut�nomas. Concretamente, las lenguas que tienen car�cter cooficial son el catal�n, el gallego, el valenciano (las tres de origen romance, derivadas del lat�n) y el euskera o vascuence. El catal�n se habla en Catalu�a y Baleares, y abarca tambi�n zonas de Arag�n y el Principado de Andorra. El valenciano es la lengua utilizada en la Comunidad Valenciana y el gallego se habla en Galicia. Respecto al euskera, su uso se extiende al Pa�s Vasco y a algunas zonas de Navarra.

 

En las Comunidades donde existe lengua cooficial, tanto �sta como el castellano son lenguas de ense�anza obligatoria en los niveles educativos no universitarios. La extensi�n del uso de la lengua cooficial como lengua de aprendizaje var�a de unas Comunidades Aut�nomas a otras, en funci�n de las diversas situaciones y de las pol�ticas de recuperaci�n y normalizaci�n ling��stica.

Por otro lado, la legislaci�n prev� la existencia de centros de Educaci�n Primaria y Secundaria con secciones ling��sticas especializadas, previo convenio con las instituciones internacionales correspondientes. En estos centros, una parte del curr�culo se imparte en una lengua determinada y se organizan las actividades complementarias necesarias para alcanzar los objetivos ling��sticos pretendidos.

 

Legislation: Constituci�n Espa�ola de 27 de diciembre de 1978

 

 

1.5. Indicadores demogr�ficos

 

Espa�a est� situada al suroeste de Europa, y ocupa una gran parte de la Pen�nsula Ib�rica, adem�s de los archipi�lagos de las Islas Baleares (mar Mediterr�neo) y Canarias (oc�ano Atl�ntico). Tambi�n forman parte del territorio espa�ol las ciudades de Ceuta y Melilla, situadas al norte de �frica. La superficie total de Espa�a es de 505.990 km2, siendo un 85% territorio peninsular.

El n�mero de habitantes, a fecha de 1 de enero de 2005, seg�n datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estad�stica, asciende a 44.108.530, con una mayor�a relativa de mujeres (50,62%). La densidad de poblaci�n es de 87 habitantes por kil�metro cuadrado. Esta poblaci�n se reparte de forma desigual, siendo superior la densidad poblacional en las zonas costeras que en las del interior, con la excepci�n de su capital, Madrid. Atendiendo a la distribuci�n territorial de la poblaci�n se pueden distinguir tres grupos de Comunidades Aut�nomas:

En primer lugar, aqu�llas con m�s de cuatro millones de habitantes: Andaluc�a, con el 17,80% de la poblaci�n de todo el Estado, Catalu�a, Madrid y la Comunidad Valenciana.

El segundo grupo est� formado por las Comunidades que tienen entre uno y tres millones de habitantes y en �l se encuentran, por orden decreciente de poblaci�n, Galicia, Castilla y Le�n, Pa�s Vasco, Canarias, Castilla La-Mancha, Murcia, Arag�n, Extremadura y Asturias.

Las Comunidades con menos poblaci�n constituyen el tercer grupo (menos de un mill�n de habitantes). En �l se encuentran, ordenadas de mayor a menor poblaci�n, las Islas Baleares, Navarra, Cantabria y La Rioja, a las que hay que a�adir Ceuta y Melilla.

En los �ltimos 35 a�os la poblaci�n espa�ola no ha seguido una evoluci�n constante, produci�ndose importantes cambios en la estructura de la poblaci�n por edades. As�, frente a un crecimiento relativamente r�pido desde 1970 hasta 1981 �la poblaci�n aumenta un 11,15%�, se observa un crecimiento m�s moderado en la d�cada de los ochenta (4,48%) y de los noventa (4,27%), como consecuencia del acusado descenso de la natalidad. A partir de 2001, vuelve a invertirse la tendencia debido a la creciente llegada de inmigrantes, y la poblaci�n se incrementa en un 7,28% hasta 2005. Tambi�n ha aumentado la poblaci�n de m�s de 65 a�os de edad: en 1981 este grupo representaba el 11,2% de la poblaci�n total, mientras que en 2005 ha crecido hasta el 16,6%.

La evoluci�n de los indicadores demogr�ficos b�sicos que determinan la situaci�n actual es la siguiente:

 

Tasas de natalidad y fecundidad. Desde 1981, el n�mero medio de hijos por mujer es inferior al nivel de reemplazo generacional (2,04 en 1981 y 1,3 en 2005). Esto significa que, siguiendo las dem�s circunstancias constantes, y sin contar con los flujos migratorios actualmente en aumento, la poblaci�n espa�ola tiende a disminuir. Esta nueva realidad demogr�fica sit�a a Espa�a como uno de los pa�ses con la tasa de fecundidad m�s baja del mundo. En la tabla 1.3 del ep�grafe 1.7.1. se puede apreciar la disminuci�n de las tasas de natalidad en los �ltimos a�os, a pesar de existir un peque�o aumento a partir de 1999. Este incremento se debe, en parte, a la creciente fecundidad de las madres extranjeras.

Evoluci�n de la poblaci�n entre quince y sesenta y cuatro a�os. Ha ido en aumento desde 1981 hasta 2005, alcanzando un total de 30.511.110 personas en el �ltimo a�o (69,17% del total de la poblaci�n).

Esperanza de vida al nacer. En el a�o 2005 es de 80 a�os para el conjunto de la poblaci�n, de 76,7 para los hombres y de 83,2 para las mujeres.

Tasa de mortalidad. Presenta una tendencia a la estabilizaci�n. En los �ltimos a�os sufri� un ligero incremento, como consecuencia del envejecimiento de la poblaci�n, situ�ndose en 9,29� en 1999. A partir del a�o 2000 se ha observado, sin embargo, un ligero descenso situ�ndose en 8,71� en 2004 (v�ase tabla 1.3 en el ep�grafe 1.7.1.)

En consecuencia, el crecimiento vegetativo de la poblaci�n espa�ola durante el per�odo 1981-2005 desciende considerablemente, a pesar del leve repunte que se produce a partir de 2000 (v�ase tabla 1.3 en el ep�grafe 1.7.1. . Este incremento ha estado impulsado fundamentalmente por el aumento de los hijos de madres extranjeras. Las Comunidades Aut�nomas que han experimentado un mayor crecimiento vegetativo en t�rminos absolutos han sido la Regi�n de Murcia (5,55�), la Comunidad de Madrid (4,81�), y la de Andaluc�a (3,39�). Por el contrario, Asturias (-4,83�), Castilla y Le�n (-3,06�) y Galicia (-3,02�), han registrado los crecimientos negativos m�s notorios.

 

Frente a esta disminuci�n del crecimiento natural de la poblaci�n espa�ola, se est� produciendo en los �ltimos a�os un imparable crecimiento de la inmigraci�n. Espa�a, a partir de la d�cada de los ochenta, empieza a tener m�s inmigrantes que emigrantes, invirti�ndose la tendencia que se manten�a hasta ese momento. En 2001, m�s de 1.300.000 inmigrantes viv�an en Espa�a, lo que supuso un incremento de 144% desde 1996. Esa tendencia se va a consolidar en los a�os posteriores. As�, a 1 de enero de 2005 est�n registrados en el Padr�n 3.730.610 de extranjeros, representando el 8,5% del total de la poblaci�n.

 

Institutions: INSTITUTO NACIONAL DE ESTAD�STICA (INE)

 

 

1.6. Indicadores econ�micos

Uno de los principales indicadores que informan sobre la situaci�n econ�mica de un pa�s es el �ndice de Precios de Consumo (ipc), que mide la evoluci�n del conjunto de precios de los bienes y servicios que consume la poblaci�n residente en viviendas familiares en Espa�a. El incremento del ipc entre septiembre de 2005 y septiembre de 2006 ha sido del 2,9%. Por lo que se refiere al Producto Interior Bruto (pib), su incremento en los �ltimos a�os ha sido considerable: en 1975 se situaba en 38.758 millones de euros, mientras que en 2005 la cifra ascendi� hasta los 904.323 millones de euros; es decir, en 30 a�os se ha multiplicado por m�s de 23. Respecto al PIB per c�pita, en 2005 se situaba en 20.838 euros.

Por lo que respecta al empleo y la poblaci�n activa, pueden distinguirse en la econom�a espa�ola cinco grandes per�odos desde 1970. A comienzos de 1976, el porcentaje de paro en Espa�a era del 4,4%, lo que supon�a una situaci�n real de pleno empleo. La tasa de desempleo de 1976 estaba en consonancia con las del resto de Europa Occidental, aunque en algunos de estos pa�ses ya hab�a repuntado como consecuencia de la crisis de 1973, que en Espa�a comenzar�a a notarse a partir de 1976. En ese a�o comienza una primera fase, que se alargar� hasta 1988, marcada por el aumento constante del paro. En 1984, se llega a superar el 20% de desempleo.

En 1988 comienza una segunda fase marcada por el descenso del paro, que dura hasta finales de 1992, momento en el que comienza una tercera fase marcada por una dura recesi�n econ�mica y un rapid�simo aumento del paro. En esta fase vuelven a superarse porcentajes del 20%. El primer trimestre de 1994 se cierra con el m�ximo hist�rico de desempleo en Espa�a: un 24,58%.

De esta recesi�n no se comienza a salir hasta finales de 1994, entrando en una cuarta fase en la que a�n nos encontramos, y que viene marcada por un paulatino descenso del desempleo. As�, la �ltima cifra de paro correspondiente al tercer trimestre de 2006 es de 8,15%.

En Espa�a, en el tercer trimestre de 2006, el 58,44% de la poblaci�n forma parte de la poblaci�n activa, esto es, est� trabajando o se encuentra en condiciones de hacerlo y est� buscando empleo. Esta tasa se ha mantenido pr�cticamente constante en los �ltimos a�os, aunque ha crecido ligeramente debido a que el progresivo aumento de la poblaci�n mayor de 65 a�os se ha visto compensado por un descenso de la tasa de natalidad y una mayor incorporaci�n de la mujer a la poblaci�n activa. Por el contrario, ha variado la tasa de actividad en las distintas edades; as�, mientras que la tasa de activos de 16 a 24 a�os de edad se ha reducido un 10% en los �ltimos 20 a�os por la generalizaci�n de la educaci�n secundaria (54,70% en el tercer trimestre de 2006), en el grupo de 25 a 54 a�os esta tasa se sit�a en torno al 81%. Por lo que respecta a las mujeres para esta cohorte de edad, se observa un espectacular crecimiento de su presencia como demandantes de empleo, representando para el tercer trimestre de 2006 un 70,84%, cifra que duplica la de hace veinte a�os.

 

De acuerdo con la Encuesta de Poblaci�n Activa (epa), en el tercer trimestre de 2006 el 8,15% de la poblaci�n activa se encontraba parada. El desempleo no afecta por igual a varones y mujeres, ni tampoco a los diferentes grupos de edad. Por un lado, el 6,02% de los varones en situaci�n activa est� en paro, mientras que el 11,11% de las mujeres activas no est� trabajando. En el grupo de varones de edades comprendidas entre los 25 y 54 a�os, la tasa de paro se sit�a en el 5,14%, siendo bastante inferior a la de las mujeres, que se sit�a en el 10,02%. Para la cohorte de edad de 20 a 24 a�os, el 11,94% de los varones y el 17,59% de las mujeres no tiene trabajo y lo est� buscando. Los j�venes que soportan una mayor tasa de desempleo son los de 16 a 19 a�os; el 19,81% de los varones y el 32,56% de las mujeres se encuentra en paro en esta franja de edad. Finalmente, en el grupo de edad de 55 o m�s a�os es donde encontramos las cifras de desempleo m�s bajas, siendo de un 4,20% en el caso de los varones y de 7,24% en el de las mujeres.

En cuanto al grado de temporalidad de la poblaci�n ocupada, Espa�a sigue ostentando uno de los puestos m�s altos de la ue. Espa�a acab� el tercer trimestre de 2006 con m�s de un tercio de los asalariados con contrato temporal (34,59%).

La distribuci�n de la tasa de desempleo, en el tercer trimestre de 2006, es tambi�n muy desigual en las diferentes regiones espa�olas. Adem�s de Madrid (6,09%) y Catalu�a (6,25%), las Comunidades con menor tasa de paro son Navarra (4,79%), Baleares (4,76%) y Arag�n (5,16%). El paro alcanza sus cotas m�s altas en Andaluc�a (12,52%), Canarias (11,88%) y Extremadura (11,35%).

 

Institutions: INSTITUTO NACIONAL DE ESTAD�STICA (INE)

 

1.7. Datos estad�sticos

 

El ep�grafe 1.7.1. presenta datos demogr�ficos acerca de la evoluci�n de la poblaci�n espa�ola y extranjera en los �ltimos censos y padrones, la evoluci�n de las tasas de natalidad, mortalidad y crecimiento vegetativo de la poblaci�n espa�ola, la densidad de poblaci�n y la proporci�n de poblaci�n urbana; el ep�grafe 1.7.2. muestra algunos datos econ�micos: por un lado, una serie de indicadores como el Producto Interior Bruto y el crecimiento de la econom�a espa�ola y, por otro, las tasas de actividad, paro y empleo por sexo en el tercer trimestre de 2006.

 

.7.1. Demograf�a


 

 

 


Fuente: www.ced.uab.es/jperez

 

 

 

 

 


Institutions: INSTITUTO NACIONAL DE ESTAD�STICA (INE)

 

1.7.2. Econom�a

 

 

 Institutions: INSTITUTO NACIONAL DE ESTAD�STICA (INE)

 

 

 

 

 

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