EL SALVADOR: CARACTER�STICAS SOCIOEDUCATIVAS Y CULTURALES

Datos Generales

 Informaci�n de base sobre el pa�s 

Superficie (km2)

21 040

Poblaci�n (2000)

6 278 000

Nombre oficial del pa�s

La Rep�blica del Salvador

Regi�n

Am�rica Latina

Tipo de econom�a

Econom�as de ingreso medio-bajo

Producto interno bruto por habitante (2000)

US$ 2 103

Porcentaje de la poblaci�n por debajo de la l�nea nacional de pobreza (1992)

48,3

Indice de desarrollo humano, IDH (1999)

0,701

Posici�n del IDH sobre 162 pa�ses (1999)

95

 

 

Geograf�a

El Salvador es un Estado de Am�rica Central. Limita con Honduras al N y E, con Guatemala al N y O y con el oce�no Pac�fico al S. La capital es San Salvador.

Este es el menor y m�s densamente poblado de los estados centroamericanos y el �nico que no tiene salida al mar Caribe. Su territorio est� situado entre la estrecha llanura costera del Pac�fico y las mesetas volc�nicas que marcan la frontera con Honduras. La cadena monta�osa del N, constituida por las cordilleras de Metap�n y Chalatenango, alberga la altitud m�xima del pa�s, El Pital, que alcanza los 2 730 m. La zona costera es pantanosa y rocosa y, en ella, se encuentran tambi�n algunas lagunas.

En el extremo austral de la costa salvadore�a el oc�ano penetra en el territorio y forma el golfo de Fonseca, que ba�a tambi�n las orillas de Honduras y Nicaragua. Hacia el centro del pa�s se extienden los valles de los r�os Lempa y Grande de San Miguel. Numerosos volcanes, algunos de ellos con actividad, han enriquecido el suelo con lava y cenizas y representan una fuente de energ�a geot�rmica para este peque�o Estado centroamericano. Los m�s importantes son el Izalco o Faro del Pac�fico (1 830 m, el m�s activo de Centroam�rica), el San Salvador, el San Marcelino, el Santa Ana y el Quezaltepeque.

El clima de las costas y zonas bajas (tierras calientes) es caluroso y h�medo durante todo el a�o, aunque algo m�s seco en el invierno. En las regiones de altitud media se vuelve templado y en las monta�osas es fr�o. Las temperaturas oscilan entre los 17�C y los 23�C, tambi�n con variaciones seg�n la altura, y las precipitaciones anuales se sit�an en torno a los 2 500 mm; la estaci�n de lluvias se extiende de mayo a octubre. En las costas, la vegetaci�n es tropical (cedros, bamb�es, palmeras); en las zonas altas predominan abetos, encinas y pinos.

El Salvador tiene m�s de 300 r�os, la mayor�a de ellos de curso corto y no navegables. El m�s importante es el Lempa, que penetra desde Honduras por el N y recorre el territorio a trav�s de 260 km hasta su desembocadura en el Pac�fico. En �l se han construido varias represas hidroel�ctricas que proporcionan energ�a al pa�s. Otras corrientes fluviales importantes son las de los r�os Grande de San Miguel, el Paz --que dibuja parte de la frontera con Guatemala--, el Goascor�n y el Sumpul. Existen tambi�n numerosas lagunas (Alegr�a, Olomega y Apasteque) y varios lagos (Ilopango, Guija y Coatepeque). Asimismo, en El Salvador abundan las fuentes termales y medicinales, como los ausoles de Ahuachap�n (grietas formadas en los terrenos volc�nicos).

 

Poblaci�n

La alta densidad de poblaci�n es la caracter�stica demogr�fica m�s peculiar de este pa�s. Con una mayor�a de poblaci�n mestiza, procedente de la mezcla entre ind�genas y colonizadores, pero tambi�n con negros que llegaron como esclavos a la regi�n, El Salvador conserva una gran variedad de elementos culturales propios de sus primeros pobladores, los amerindios. Aunque la mortalidad infantil ha disminuido en los �ltimos 10 a�os, a pesar de la guerra, la poblaci�n salvadore�a es esencialmente joven, ya que m�s de la mitad no alcanza los 20 a�os de edad.

El espa�ol es la lengua nacional, pero parte de la poblaci�n ind�gena habla tambi�n en nahuatl y en maya. La mayor�a de los salvadore�os son cat�licos, pero existe un importante sector de protestantes. Adem�s de la capital, que est� situada pr�xima a la costa del Pac�fico, existen otras ciudades importantes que, sin embargo, no superan los 150 000 habitantes (Santa Ana, Mejicanos, San Miguel).

 

Econom�a

La agricultura ocupa el 27 % de la superficie del pa�s, los cultivos forestales el 7,9 %, los prados y pastos el 29 % y los bosques el 5 %; el resto del territorio est� sin cultivar o es improductivo. La propiedad de la tierra est� muy concentrada, lo que ha sido aprovechado por sus due�os para establecer un sistema de explotaci�n de los trabajadores que fue tutelado por los sucesivos reg�menes militares que tuvo el pa�s; el 4 % de los propietarios controla el 70 % de las plantaciones. En consecuencia, tambi�n las exportaciones de los productos agr�colas est�n concentradas en manos de unas pocas familias.

Poco m�s de la mitad de la poblaci�n activa de El Salvador se ocupa en la agricultura; pero en el conjunto de las tareas agr�colas, la tercera parte de los empleados trabajan provisionalmente. En algunas plantaciones, el n�mero de trabajadores temporales ha llegado al 90 %.Aunque el suelo salvadore�o es muy monta�oso, es ideal para el cultivo del caf�, principal producto de exportaci�n del pa�s (45,3 % del total) y el m�s rentable. A �ste, le siguen en importancia el ma�z y la ca�a de az�car, elaborada sobre todo en el departamento de la capital. Destacan tambi�n los cultivos de algod�n, arroz, cacao, cacahuetes, bananas, coco, tabaco y jud�as. Aunque con menor peso en la econom�a nacional, se cultivan para el consumo interno s�samo, soja, patata, mandioca, sorgo, c�tricos y olivos.

Los bosques contienen maderas muy apreciadas, como las de cedro, palo de rosa o caoba; sin embargo, El Salvador es uno de los pa�ses americanos que m�s utiliza la madera como combustible, lo que ha significado importantes p�rdidas de este recurso. El principal producto que proporcionan los bosques salvadore�os es el b�lsamo de Per�, una sustancia empleada en la industria farmac�utica por sus efectos expectorante y cicatrizante. La ganader�a es fundamentalmente bovina y porcina; hay tambi�n caballos, mulos, asnos, caprinos y ovinos, estos �ltimos muy escasos. La pesca ocupa un destacado lugar dentro de la econom�a.

El subsuelo salvadore�o proporciona oro y plata (en Montecristo), as� como cobre, plomo y cinc. Las instalaciones industriales son modestas, aunque cuentan con dos importantes fuentes de energ�a: la hidr�ulica, producida por las centrales del r�o Lempa, y la geot�rmica, proporcionada por los volcanes. La mayor parte de la industria est� integrada por el sector de transformaci�n de productos agr�colas; destacan la fabricaci�n de az�car, puros, cigarrillos, cerveza y papel. Existen tambi�n varias empresas algodoneras que producen hilados y tejidos, principalmente en Santa Ana, San Salvador y San Miguel. En el puerto de Acajutla, uno de los principales del pa�s y de toda Am�rica Central, hay una f�brica de cemento, una refiner�a de petr�leo y una planta industrial que produce abonos nitrogenados. Gran parte de la fabricaci�n de productos qu�micos es destinada a la exportaci�n, al igual que la de caf�, algod�n, az�car y tejidos.

Las exportaciones de El Salvador tienen como principales destinatarios a Estados Unidos y Alemania; las importaciones proceden en su gran mayor�a tambi�n de la potencia del norte y de la vecina Guatemala. En t�rminos generales, la econom�a de este pa�s centroamericano, basada en la producci�n agr�cola y afectada por la guerra interna que enfrent� a los salvadore�os durante m�s de una d�cada, no ha podido protagonizar ning�n tipo de despegue y, m�s a�n, se ha estancado en una situaci�n de crisis. A mediados de la �ltima d�cada del pasado siglo XX, la balanza de pagos presentaba un d�ficit de 17 millones de d�lares y la deuda externa alcanzaba los 2.210 millones de d�lares.

 

Historia

ntes de que se iniciara la colonizaci�n espa�ola, el territorio del actual Estado de El Salvador estuvo poblado por las tribus pertenecientes a los grupos pipiles y lencas. Estos �ltimos, que habitaban la zona oriental, eran descendientes de los mayas, ya que la regi�n hab�a pertenecido a ese imperio hasta los ss. IX y X, cuando se inici� su emigraci�n hacia el Yucat�n. Los pipiles, por su parte, eran tribus sedentarias que se dedicaban al cultivo de granos y hortalizas, que, a su vez, proven�an de los aztecas. La capital establecida por los pipiles era Cuscatl�n.

La conquista centroamericana fue iniciada por Pedro de Alvarado, quien, en una r�pida y sangrienta campa�a, logr� dominar a la poblaci�n ind�gena, ocup� Cuscatl�n y ejecut� al �ltimo cacique pipil, Atlacatl el Viejo (1524). Tras este avance, el n�mero de ind�genas se redujo a la mitad. Durante las campa�as de Diego de Alvarado, primo de Pedro, fue fundada la ciudad de San Salvador, cuyo primer alcalde fue Diego de Holgu�n. Qued� establecida de este modo la colonizaci�n espa�ola en el territorio salvadore�o y los ind�genas, adem�s de perder las dos terceras partes de sus tierras, fueron sometidos al sistema de encomiendas. La regi�n se incorpor� primero a la Real Audiencia de los Confines y, despu�s, a la Capitan�a General de Guatemala, junto con Chiapas, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Se crearon tres grandes provincias: San Salvador, San Miguel y Trinidad.

En 1552 fue fundada la ciudad de Sonsonate, que se convertir�a en un importante centro comercial, agr�cola y manufacturero. En 1719, El Salvador sufri� el azote de violentos terremotos que produjeron importantes p�rdidas para la zona. Por aquel entonces, la exportaci�n de a�il, cacao y b�lsamo dieron importancia a la regi�n y con el fin de aumentar su producci�n se inici� el comercio de esclavos negros provenientes de �frica. Poco a poco se fue consolidando un sector social criollo que comenz� a adquirir poder econ�mico y que expres� los primeros desacuerdos con la Corona espa�ola. Coincidiendo con otras luchas independentistas, en 1811 el presb�tero Jos� Mat�as Delgado encabez� la primera tentativa independizadora de Am�rica Central, en la ciudad de San Salvador, que result� frustrada.

El 24 de enero de 1814, Jos� Manuel Arce y Manuel Rodr�guez repitieron el intento, pero corrieron igual suerte. El 15 de septiembre de 1821 la Capitan�a General de Guatemala proclam� su independencia de Espa�a y El Salvador se acogi� con entusiasmo al acto revolucionario, aunque fue forzado a incorporarse en el nuevo imperio mexicano de It�rbide. En 1823, tras disgregarse este imperio, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica constituyeron la Federaci�n de Provincias Unidas de Am�rica Central.

S�lo en 1841, bajo la presidencia del conservador Francisco Malesp�n, El Salvador se convirti� en rep�blica y alcanz� su verdadera independencia como Estado. En los primeros a�os de ese nuevo per�odo, la pol�tica exterior estuvo orientada hacia la reconstrucci�n del federalismo, lo que origin� numerosas guerras y alianzas. Los liberales se enfrentaron con los conservadores y los diferentes bandos nacionales fueron apoyados por Guatemala y Estados Unidos, seg�n los intereses.

El primer presidente elegido por el pueblo salvadore�o fue Juan Jos� Guzm�n (1842-1844), quien intent� sin �xito rehacer la federaci�n con Honduras y Nicaragua. En aquella �poca, el comercio del a�il, que era uno de los pilares de la econom�a de la regi�n, descendi� estrepitosamente debido a que fueron descubiertos colorantes sint�ticos que lo sustituyeron. En 1844, Guatemala y El Salvador entraron en guerra y, despu�s de un per�odo de paz, en 1863 el presidente salvadore�o Gerardo Barrios cre� la Uni�n de Rep�blicas Centroamericanas, que llev� a nuevos enfrentamientos entre los dos estados.

En la segunda mitad del s. XIX se sucedieron numerosas presidencias que se alternaron con golpes y contragolpes. Esta inestabilidad pol�tica tuvo relaci�n directa con el progresivo esplendor del comercio cafetalero, que motiv� el surgimiento de una oligarqu�a nacional terrateniente y la llegada de inversiones norteamericanas e inglesas. De este modo, la estructura socioecon�mica de El Salvador vigente en los �ltimos a�os del s. XIX determin� gran parte de los acontecimientos pol�ticos vividos por el pa�s en la centuria siguiente, entre ellos el surgimiento de la guerrilla.

Entre 1913 y 1927, el Gobierno estuvo en manos de las familias Mel�ndez-Qui�ones y, en 1931, el presidente Arturo Araujo, netamente liberal, fue derrocado mediante un golpe de estado encabezado por el general Maximiliano Hern�ndez Mart�nez, que marc� el inicio de una larga etapa de gobiernos militares para el pa�s. S�lo durante breves per�odos los salvadore�os pudieron disfrutar de sus libertades democr�ticas.

En 1969 estall� un conflicto con Honduras, llamado la �guerra del f�tbol�, que tuvo su origen en la animadversi�n hondure�a para con los m�s de 300 000 salvadore�os establecidos en el pa�s vecino. El sangriento enfrentamiento, en el que hubo casi 2 000 muertos, finaliz� mediante la intervenci�n de la OEA y la firma del Tratado de San Jos� (1970). Entre 1972 y 1977 ocup� la presidencia del pa�s el coronel Arturo Armando Molina, del Partido de Conciliaci�n Nacional (PCN). En 1977, Molina fue sustituido por el general Carlos Humberto Romero, quien, en octubre de 1979, fue depuesto por un golpe militar que estableci� una Junta Revolucionaria compuesta por 3 civiles y 2 militares. Unos a�os antes, la guerrilla popular, animada en parte por las conquistas de la izquierda nicarag�ense, hab�a iniciado acciones en un intento de mejorar las condiciones de vida de la poblaci�n y de introducir reformas en el arraigado sistema olig�rquico del pa�s.

La represi�n por parte del ej�rcito fue en aumento y, en marzo de 1980, el arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, defensor de los derechos humanos, fue asesinado por grupos afines a la oligarqu�a, mientras daba una misa en la catedral de la capital salvadore�a. La guerrilla se consolid�, entonces, con la creaci�n del Frente Farabundo Mart� para la Liberaci�n Nacional (FMLN), brazo armado del Frente Democr�tico Revolucionario; asimismo, la derecha se uni� en torno al Ej�rcito Secreto Anticomunista (ESA), que llev� a cabo sus acciones con el apoyo de varias organizaciones paramilitares.

El 13 de diciembre de 1980, los militares disolvieron la Junta Revolucionaria y nombraron presidente al democristiano Jos� Napole�n Duarte, quien gan� las elecciones celebradas el 25 de marzo de 1984, en las que debi� enfrentarse con el ultraderechista R. D�ubuisson. Durante su gobierno, a pesar de que hubo acercamientos hacia la guerrilla, los enfrentamientos se recrudecieron y miles de salvadore�os perdieron la vida.

El 19 de marzo de 1989 se celebraron nuevas elecciones presidenciales y en ellas result� triunfador Alfredo Cristiani, l�der del partido ultraconservador Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Durante ese a�o se reanudaron las conversaciones entre gobierno y guerrilla, pero los enfrentamientos continuaron; la intervenci�n de la ONU no logr�, sin embargo, poner fin a una guerra que ya se hab�a cobrado m�s de 70 000 v�ctimas.

En enero de 1992, tras doce a�os de guerra civil, El Salvador logr� adentrarse en un proceso de reconciliaci�n que culmin� con la entrega de las armas por parte del FMLN el 15 de diciembre del mismo a�o. La voluntad de paz de la poblaci�n se fundi� con el final de la �guerra fr�a� y con el fracaso electoral de los sandinistas en Nicaragua.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en marzo de 1994, Armando Calder�n Sol obtuvo una clara victoria sobre el candidato apoyado por el FMLN. En noviembre del mismo a�o, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidades extendi� el mandato de la fuerza de pacificaci�n hasta abril de 1995. A principios de 1995 se sucedieron diversas manifestaciones de protesta de los soldados desmovilizados, del FMLN y del ej�rcito, en demanda de pensiones por invalidez

 

Literatura

La literatura salvadore�a puede decirse que tom� forma a partir de la conquista de la independencia y se inici� apoyada en el romanticismo. Antonio Gavidia (1863-1955) fue el escritor m�s importante de esta corriente; su obra, que incluy� poes�a, cuentos y piezas teatrales, fue muy fecunda. Hacia fines del siglo sobresalieron las obras de Arturo Ambroggi, Jos� Mar�a Peralta Lagos y Alberto Rivas Bonilla. Entre los modernistas destacaron: Julio Enrique �vila, Jos� Vald�s, Ra�l Contreras y Vicente Rosales y Rosales, cuya obra deriv� en vanguardia po�tica.

Iniciado el s. XX, apareci� un prosista destacado, Salarru� (Salvador Salazar Arru�), que continu� la labor literaria de algunos de sus predecesores costumbristas. A �l le siguieron los escritores Miguel �ngel Espino, Ram�n Gonz�lez Montalvo y Napol�on Rodr�guez Ruiz. En la poes�a de mediados de siglo destacaron las obras de Claribel Alegr�a, Dora Guerra, Alfonso Morales, Oswaldo Escobar Velado, Jorge Cornejo, Eduardo Menj�var y Hugo Lindo. Entre los narradores de esa �poca sobresalen Jos� Mar�a M�ndez, Humberto Ibarra y Norma Cruz.

Las vivencias de la guerra interna tuvieron especial peso en los poetas que publicaron a partir de los a�os setenta. Destacan las obras de Waldo Ch�vez Velasco, Mercedes Durand, Roque Dalton, Alfonso Quijada Urizas. Entre los narradores de la segunda mitad del siglo se encuentran Eugenio Mart�nez Orantes, �lvaro Men�ndez Leal, Jos� Roberto Cea y Jos� Manlio Argueta. Las artes pl�sticas salvadore�as han sido muy modestas, aunque cabe destacar tres nombres: Francisco Wenceslao Cisneros, Enrique Aberle y C�sar Serme�o, uno de los pintores salvadore�os contempor�neos m�s internacionales.

 

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