|
En 1919 Gurdjieff decide poner sobre el
papel el s�mbolo del Eneagrama como cubierta de un
folleto informativo relativo al propio trabajo en
Europa. El dibujo no ha sido realizado directamente por
Gurdjieff, que fue un p�simo dibujante sino por
Alexander de Salzmann, un �ntimo amigo suyo.(Ver
Apendice B, pag.20).�Porque lo ha hecho?, algunos
piensan que las motivaciones s�lo sean de naturaleza
est�tica, para hacer gr�ficamente interesante la libreta
de presentaci�n de su trabajo. En realidad el ha
utilizado conscientemente esos s�mbolos( propios de los
alquimistas medievales asi como de la tradici�n
cristiana de los primeros siglos) con el objetivo
preciso de transmitir informaci�n, de manera
aparentemente casual. No nos olvidemos de que esta
actitud es t�pica de muchos alquimistas de los siglos
anteriores que se ocupaban de la pintura y el arte.
Esos, en efecto, escondieron en esos s�mbolos conceptos
filos�ficos que de haber divulgado abiertamente, habri�n
sido objeto de persecuci�n por parte del pensamiento
dominante.(1).
La misma cosa hace Gurdjieff: inserta, de
manera aparentemente casual, s�mbolos espec�ficos para
reprersentar la esencia del m�todo aplicado en su
Escuela. Estudiar estos s�mbolos quiere decir, por lo
tanto, conocer a fondo su sistema, colocandolo
historicamente y localizando las ra�ces hist�ricas y
metodol�gicas por �l aplicadas. Esta representaci�n
gr�fica encierra en si misma su pensamiento entero: un
aparato complejo, rico en sabidur�a y en indicaciones y
referencias a la Tradici�n Cristiana de los primeros
siglos. Siendo demasiado importante este estudio, para
comprender aspectos del trabajo de Gurdjieff, que no han
sido transmitidos por sus alumnos, trataremos de hacer
un estudio comparado y pormenorizado, descomponiendolo
en sus fragmentos m�s importantes y relevantes. Ante
todo puede revelarse muy �til mirarlo por algun
instante, de modo que quede fijada en la mente la
imagen, para poder despu�s elaborarla lentamente.�Qu�
cosa veis que os impacte m�s?(2).Quisiera que pusierais
vuestra atenci�n en el hecho de que el tri�ngulo es
punteado. Esto da a significar, como dice Ouspensky;�cuando
en un organismo dado se encuentra el triangulo interior,
es esta la prueba de la presencia de elementos
superiores.�(Fragmentos pag. 326), el tri�ngulo interior
no es presente en todos los organismos, pero sobre todo
no es presente en el hombre ordinario, que aun no ha
estabilizado todav�a el desarrollo de una tercera
fuerza, que pueda ayudarlo a salir de la interminable
lucha entre el si y el no, entre el bi�n y el mal, entre
el ser y el no ser. El c�rculo es trazado por Ouroboros:
la serpiente que se muerde la cola; los antiguos,
escribe Maier(Alquimista del siglo XVII), interpretaron
el anillo de Ouroboros como cambio del a�o y vuelta al
principio y como principio de la Obra en la que es
tragada la h�meda y venenosa cola del drag�n. Esta
hablando del hombre que, si de una parte es el principio
y causa primera de la obra de transformaci�n(habiendo en
�l mismo un l�quido venenoso que lo hace infeliz) de la
otra puede encontrarse tambi�n en �l mismo, el ant�doto
necesario. Aparece claro, por tanto, que lo que est�
dentro del c�rculo es relativo al hombre y a sus
procesos interiores; lo que es externo en cambio, es
s�mbolo de aquellos factores que pueden influenciar al
hombre o respaldarlo en su evoluci�n.(3).
No es de extra�ar que encontremos, casi sustentando toda
la figura, un diablo y un �ngel. Ambas criaturas aladas,
casi a indicar un compartido origen, representan justo
aquellas influencias que, desde el punto de vista humano
son consideradas �buenas� o �malas�. En el centro de
estos dos opuestos se coloca el Eneagrama que aqu�,
representa justo la tercera fuerza: elemento vibrante
que debe ser despertado y bajo cuya influencia el
hombre debe aprender a permanecer. Empezamos a
interesarnos por los elementos interiores al c�rculo.�
En el interior del Eneagrama fueron representados los
cuatro animales del apocalipsis: el Toro, el Le�n, el
hombre y el �guila y con ellos una paloma. Estos
s�mbolos agregados fueron puestos en relaci�n con los
centros�.(Frag.Pag, 328). Los animales emplazados no
aparecen exclusivamente en el apocalipsis sino que
tambi�n estan en relaci�n con cuatro aspectos de la
vida de Cristo, tal como son descritos por los cuatro
Evangelistas.�Que estas cuatro criaturas aladas
simbolizan los cuatro Evangelistas, lo certifican las
introducciones mismas de los respectivos libros del
Evangelio. Justamente Mateo es simbolizado por una
figura de hombre porque el nos da f� del origen humano
de Jesus; Marco del Le�n con motivo del grito en el
desierto; Lucas del becerro porque resalta m�s el
aspecto del sacrificio; Juan del �guila porque empieza
con la divinidad del Verbo. �l dice: En el principio fue
el Verbo y el Verbo era en El, y el Verbo era Dios,
mientra fija la mirada en la sustancia misma de la
divinidad, asi como el �guila fija los ojos en el
sol�.(De las Homilias sobre Ezequiel de Gregorio Magno-Homilia
IV. Secundo Eliphas Levi-La Llave de los Grandes
Misterios-Edic. Atanor,1981). Los Alquimistas tambi�n
los pusieron en relaci�n a los cuatro elementos:
Leo(Fuego, Fuerza, Acci�n, Movimiento); Tauro(Tierra,
Trabajo, Resistencia, Forma); Hombre(Agua, Conciencia,
Vida, Luz); Aquila(Aire, Inteligencia, Espiritu,
Alma).(4).
El equilibrio de los Centros dentro del hombre y el
desarrollo arm�nico de todos los aspectos de la m�quina
humana, es puesto de relieve en el Eneagrama con la Ley
del tr�s, que se constituye lentamente formando la
posibilidad del despertar. Cuando este trabajo es
cumplido, y s�lo puede serlo gracias a los elementos
exteriores al c�rculo, se forma el triangulo interior y
se produce un quinto elemento: la paloma.(5). La paloma
es el s�mbolo del Espiritu Santo y en el Cristianismo de
los Origenes representa el elemento que Cristo ha
enviado para permitirle al hombre devenir �l(Gv.16:7).
El Paracleto, el Consolador, el Espiritu desciende en el
hombre, se constituye en �l y lo libera
definitivamente. �sta es la iluminaci�n cristiana, el
objetivo �ltimo del trabajo sobre si y es una
experiencia viva y vibrante que es posible todavia
experimentar hoy, si correctamente guiados y con el
coraz�n puro nos dirigimos hacia ella. Muchos cuentos
sufi hablan de un p�jaro enjaulado que trata de huir,
que simboliza la liberaci�n de este elemento que
aparenta descender en el hombre, pero que en cambio
emerge de su propio interior. Les deseo a todos mis
lectores de poder hacer la experiencia del �bautismo� en
el Espiritu Santo.(Actos 1:5); experiencia de liberaci�n
y contacto con los Centros Superiores de la m�quina
humana. �sta es la Soluci�n Real, la Llave �urea, que
abre las puertas de cada misterio. �sta es el Agua que
sacia y no har� venir m�s sed, es el elixir de larga
vida que hace desatascar rios de agua viva en nuestro
seno(Gv. 7:38).(6). Esta experiencia s�lo puede ocurrir
con la influencia de los elementos externos al c�rculo y
sin los que nada puede producirse. Ponen a los pies del
Eneagrama los instrumentos del trabajo que son puestos
en directa conexi�n con la simbolog�a alqu�mica del
laboratorio y la transmutaci�n de los metales viles en
oro. En la imagen que encontrareis en la p�gina
anterior, una incisi�n del 1604 dibujada por Heinrich
Khunrath, podreis hallar muchos s�mbolos que tambi�n
Gurdjieff ha utilizado en su Eneagrama. Estos s�mbolos
son los instrumentos que el alquimista utiliza en muchos
momentos de la Obra de Transformaci�n del metal
miserable en Oro Fino. El oro es s�mbolo del estado
psicol�gico definido �de despertar� o �iluminaci�n� y
representa al hombre Nuevo, (Gv 3:3). Aurum Nostrum no
este aurum �vulgui� dice el alquimista Maier(1618) justo
a indicar que los objetivos de la alquimia fueron
tendidos hacia metas espirituales y psicol�gicas y no,
como algunos superficiales pensaron, a la producci�n del
oro f�sico. La balanza, el cincel, las tijeras, el
compas, son s�mbolos que indican la busqueda del
equilibrio y la estabilidad. Cortar, golpear, medir,
vibrar, limpiar, estirar, observar, rastrillar,
posicionar, etc., son acciones que se desarrollan con
los instrumentos esparcidos en el recorrido que conduce
hacia el centro, hacia la liberaci�n de la Paloma. El
Maestro mismo se convierte en el s�mbolo de un
instrumento eficaz, por eso Gurdjieff se pone entre los
instrumentos que seran utilizados para realizar la
obra(7). El Maestro deviene siervo, obrero que trabaja
por un objetivo preciso y frente a lo cual nada tiene
m�s importancia. Cuando un hombre ha aprendido a servir
a un objetivo m�s grande que a si mismo, cuando ha
adquirido la capacidad de ponerse silencioso, como un
gran espejo del otro y saber reflejar sin obscuridades,
ese es el Maestro.
|
|